miércoles, 9 de enero de 2013

Lesión de pubalgia

La pubalgia es un dolor localizado a nivel del pubis, con irradiación hacia zonas cercanas de las ingles o del bajo abdomen. Normalmente se trata de un síntoma de una osteopatía del pubis. Como es más frecuente en deportistas nos referiremos a este problema en el deporte.




¿Cuáles son los síntomas de la pubalgia?
Los síntomas de la pubialgia pueden diferir entre unos deportistas y otros, se caracteriza por dolor en distintos niveles de la cintura pélvica en relación con la practica deportiva, dolor a nivel de la región inguinal (pubialgia baja), en otras ocasiones el dolor afecta al anillo inguinal (pubialgia alta), pudiendo aparecer molestias a los dos niveles en incluso a nivel lumbar.
Clásicamente se describen cuatro grados o estadios evolutivos:
  1. El dolor aparece después de un partido o entrenamiento, o después de ejercicio intenso
  2. El dolor aparece durante el partido /ejercicio
  3. El dolor aparece al comenzar la actividad física e impide la realización de la misma
  4. El dolor se desencadena en reposo o a mínimos movimientos. 
La gravedad de la lesión va desde el estadio 1 a 4

¿Por qué aparece la pubalgia? Causas
Es el fútbol el deporte en el que más se da esta lesión, debido sobre todo a la repetición del movimiento de golpeo de balón con el empeine. Entre otras causas se encuentran el sobreentrenamiento, la calidad del piso (muy pesado o resbaladizo) o la anatomía patológica en los miembros inferiores (acortamiento de los mismos), en la pared abdominal y en el trayecto inguinal.








¿Cuál es el tratamiento de la pubalgia?
Si se han comenzado a observar síntomas que no remiten pasaríamos a aplicar el tratamiento de la osteopatía en fase incipiente, que consiste en un reposo de una o dos semanas con relajantes musculares, electroterapia a dosis antiinflamatorias y masaje transversal de la zona, descargando antes los músculos cercanos.
No es aconsejable el amasado digital sobre la lesión. Si todo esto no es suficiente se recurrirá a las infiltraciones, empezando con orgoteína y solo en último extremo emplear corticoides.
En cuanto notemos mejoría se debe comenzar un programa de ejercicios para rehabilitar la zona, y paulatinamente y bajo estricto control médico reiniciamos la actividad deportiva, teniendo la precaución de evitar cambios bruscos de dirección.
Si ha llegado a esta fase crónica deberá pasarse por el quirófano, donde le descargarán los músculos aductores (aductor largo y recto interno) con desinserción y le realizarán unas perforaciones en el hueso, todo ello con la intención de igualar las fuerzas del recto anterior del abdomen con la de los aductores, aliviando así la excesiva presión que sobre el pubis ejercían estos últimos músculos.
Aunque parezca complicada, la operación tiene buen pronóstico y a la vuelta de un mes y medio, tras la correspondiente rehabilitación, el problema quede solucionado para hacer deporte normalmente.

Prevención ¿Cómo evitar la pubalgia?
Los ejercicios de fortalecimiento de aductores y abdominales son la mejor prevención, aunque si los primeros están menos desarrollados conviene que se le dedique más tiempo.
De la misma forma deben realizarse los estiramientos correspondientes.

A continuación, adjunto el enlace de un  vídeo explicativo sobre la pubalgia:

       ¿Qué es la pubalgia?



 

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